En 2022, los ingresos a nivel mundial por materiales de construcción ecológicos se sitúan en unos 5.800 millones de dólares, y de acuerdo a estudios de mercado y previsiones, se da como altamente probable que se multipliquen hasta cinco veces para alcanzar los 29.200 millones de dólares en 2031, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por su sigla en inglés), de 19,6%, de acuerdo al más reciente informe emitido por el portal especializado Guidehouse Insights.
Una de las razones principales de este crecimiento se centra en que los líderes dentro de la industria de la construcción y entre las empresas progresistas están tomando medidas positivas para reducir el carbono incorporado en la construcción. Estas reducciones incluyen iniciativas realizadas durante la fase de planificación, la producción de materiales de construcción y durante la construcción.
Señala como contexto que la mayor parte del enfoque en la reducción de las emisiones de carbono en los edificios se ha centrado en el "carbono operativo", que pasa por alto el "carbono incorporado", que son las emisiones asociadas con la construcción del edificio.
En este sentido, explica que el carbono incorporado representa las emisiones de la extracción de materias primas, su procesamiento, construcción física y, finalmente, su demolición. “Muchas personas se sorprenden al saber que las emisiones de carbono asociadas con los ciclos de vida de estos materiales (minería, refinación, procesamiento y demolición) producen colectivamente aproximadamente las mismas emisiones de carbono operativo de un edificio”, explica el informe.
Es por ello que los esfuerzos previstos de mayor impacto implican cambios en los materiales de construcción, como cemento, acero, aluminio, vidrio y madera, de tal modo que se destaca en el documento de Guidehouse Insights el crecimiento y mayor interés por los materiales de construcción ecológicos con bajo contenido de carbono, y cataloga las numerosas técnicas que la industria de la construcción está utilizando para descarbonizar.
Los esfuerzos para descarbonizar la construcción y reducir el carbono incorporado involucran muchas iniciativas individuales implementadas a lo largo de la cadena de valor de la construcción, que aún se encuentra en las primeras etapas de reducción sustancial de las emisiones de carbono. Las reducciones del carbono incorporado, las emisiones asociadas con la construcción del edificio, están comenzando a tener un impacto significativo ahora y se espera que aumenten en la última parte de la década.
Ya se están dando pasos concretos en este significativo cambio, sobre todo tomando en cuenta que “a diferencia de los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono operativas que muestran una reducción de las facturas de combustible y energía en cuestión de meses, la reducción de las emisiones de carbono incorporadas implica la aplicación de principios contables y de ingeniería para estimar los impactos de las actividades pasadas, presentes y futuras”, señaló al respecto William Hughes, director analista de investigación de Guidehouse Insights.
La buena noticia es que “un número creciente de participantes en la cadena de valor de la construcción están adoptando ya estos esfuerzos”, subrayó Hughes.