Ubicada en la calle de Real de Mayorazgo, dentro del pueblo de Xoco, en la Alcaldía Benito Juárez, cerca de franjas de gran actividad económica como la Colonia Del Valle y la zona cultural de Coyoacán, el complejo de usos mixtos Mítikah “Ciudad Viva”, desarrollado por Fibra Uno (FUNO) se prepara para integrar vivienda, comercio, servicios y áreas verdes en un solo espacio, el cual, según sus creadores, traerá múltiples beneficios a la capital.
Uno de sus componentes será la torre Residencial, de 267.32 metros de altura con 67 pisos y una superficie de 4,799 metros cuadrados, que podría convertirse en el rascacielos más alto de la Ciudad de México. Su construcción se inició en el año 2008, diseñada por el Arq. César Pelli, autor de numerosos rascacielos alrededor del mundo, incluyendo NTT Headquarters en Tokyo, The Canary Wharf Tower de Londres, el World Financial Center en Nueva York y las Torres Petronas en Kuala Lumpur. Esta torre, tendrá amenidades como: salón de eventos para 300 personas, sala de cine, alberca, ludoteca, área de juegos infantiles, salones familiares para visitas, sala de juegos, cine, spa, sauna y vapor, sky pool, gimnasio, salón de spinning, espacio de yoga, lounge y salón de adultos.
Pero no todo ha sido color de rosa para este proyecto, ante los requerimientos de permisos de obra, estudios de impacto ambiental y procedimientos legales, equiparables a su colosal tamaño, por lo que ha enfrentado problemas como algunos presuntos conflictos de interés en la firma de permisos o el más reciente, cuando el gobierno capitalino, a través de la Secretaría de Medio Ambiente, multó a Fibra Uno por 40 millones de pesos por talar 80 árboles con el fin de construir un desnivel con acceso al desarrollo y a una plaza. Pese a esto, Mítikah avanza en su obra y tiene su fase 0 concluida, la fase 1 casi terminada con la Torre Universidad y también un progreso de construcción de casi dos tercios en la Torre Mítikah.
SEGÚN LOS PLANES
En entrevista exclusiva con EQUIPAR, Gonzalo Robina, director general adjunto de Fibra Uno y el Arq. Alonso Ruiz de Velasco, director del proyecto Mítikah, hablaron del compromiso que tiene este proyecto con la Ciudad de México y los valores que dará a esta metrópoli. “Todo va muy bien, estamos avanzando conforme a lo planeado. Estamos realizando todo lo que podemos; sabemos que hay gente que no está 100% (de acuerdo) con el proyecto, pero hemos caminado conforme a todas las autorizaciones que tenemos en la obra y “no damos paso sin huarache”, literal. Eso significa que sabemos muy bien qué es lo que podemos hacer y qué es lo que estamos haciendo”, dijo el Arquitecto Ruiz de Velasco.
Al preguntarle cuándo estaría concluida la primera fase del proyecto, señaló: “Prefiero no dar una fecha compromiso, pero esperamos que todo se vaya dando en el corto plazo. Primero se concluirán las oficinas. El edificio que está próximo a abrir tiene alrededor de 60 mil metros cuadrados rentables y el número de oficinas depende de quién y cuánta gente rente el edificio. Posteriormente abriría el área comercial el próximo año y al final, el área residencial de la primera etapa”, explicó.
SUSTENTABILIDAD
Para el Arq. Alonso Ruiz de Velasco, este es un proyecto integral que va a mejorar muchos temas que tienen que ver con el desarrollo de la ciudad y de nuestro país. “Es un proyecto que integra muchos niveles en todos los aspectos que tienen que ver con el mismo, tanto en construcción, desarrollo, empleos y demás, es un proyecto muy padre. Al final del día creo que es un desarrollo ejemplar porque podemos hacer cosas muy buenas para la ciudad y las hacemos muy bien”, comentó.
“Mítikah también tiene muchísimas aplicaciones de sustentabilidad, hay consideraciones de reutilización, de eficiencia energética, áreas verdes y espacios públicos. De hecho, el edificio de oficinas está buscando la certificación LEED”, apuntó el Arq. Ruiz de Velasco. En ese sentido Gonzalo Robina resaltó: “Todos nuestros proyectos buscan tener esa certificación. En la medida que más nos acerquemos a la autosustentabilidad, mucho mejor. El caso más icónico antes de Mítikah hasta ahora es la Torre Mayor. Cuando fue construida no existía el tema de las certificaciones, todavía no llegaban a México. Hoy en día es el primer edificio de esas dimensiones y de esa calidad que ya tiene una certificación LEED sin haber sido construido sin ningún tipo de certificación”.
En cuanto al impacto ambiental de Mítikah, Gonzalo Robina destacó que todas las medidas de mitigación que se han estado aportando, que se están haciendo y las que están pendientes de realizarse -porque se necesita autorización gubernamental para ejecutarlas-, son enormes. “Se hizo la reforestación de 800 árboles en la misma zona de Xoco. Se invirtieron 47 millones [de pesos] a la red hidráulica de la colonia de Xoco. Son interminables las cosas positivas que le hemos aportado a la comunidad”, afirmó.
TRASCENDENCIA
Para Gonzalo Robina, Mítikah es un gran proyecto que lo único que hace es agregar valor. “Yo no dudo que causa molestias, una obra de ese tamaño siempre las va a causar, pero pasando estas molestias todo el mundo va a decir: qué gran proyecto para México. Porque en verdad es impactante, no dimensionamos a primera vista que es un desarrollo que debe trascender a nivel Latinoamérica en una buena parte de lo que va de este siglo, definitivamente es el proyecto de mayor escala”.
En este sentido agregó: “Mítikah tendrá un centro comercial de más de 100,000 metros cuadrados, en la primera fase hay 50,000 metros cuadrados de oficinas, en ese espacio habrá cerca de 14,000 personas empleadas y esas plazas van a ser para los próximos 100 años. Podemos estar causando molestias durante dos o tres años que duren las obras de construcción, pero esos empleos se van a quedar por un siglo. El proyecto va a ser la casa habitación de 600 familias que van a vivir en la torre de departamentos; créanme que va a ser toda una ciudad que se va a transformar para bien de la capital”, resaltó.
Por último, sobre los problemas que ha enfrentado Mítikah y que de algún modo han retrasado la obra, Gonzalo Robina, expresó: “Nunca nos han tirado y nunca nos hemos tenido que levantar, siempre hemos estado de pie”.
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