Dormir bien es actualmente un tema que ocupa mucho espacio en los medios de comunicación. También es un tema comercializable, tal como lo podemos ver en libros como "The Sleep Revolution", de Arianna Huffington, que ha estado en las listas de los más vendidos; también lo vemos en el creciente mercado de productos que promueven el buen dormir y en la aparición de start-ups tecnológicas que responden a esta demanda.
En este contexto, en donde el sueño se ha convertido en una mercancía comercializable, el sector hotelero actualmente está bien posicionado para responder a la creciente demanda de un entorno de sueño ideal. Como recordaremos, anteriormente los hoteles no eran considerados un buen lugar para dormir, en parte, esto era el resultado de una mayor dificultad para el descanso en lugares desconocidos, pero también, y con demasiada frecuencia, como consecuencia de un mal diseño del hotel.
Nadie conoce mejor el valor del sueño que los viajeros frecuentes, por ello los hoteles de todo el mundo están creando cada vez más, programas especializados de sueño y comodidades para ayudarles a dormir mejor. Las iniciativas buscan proporcionar experiencias memorables a los huéspedes, que se traducen en mayor satisfacción y comentarios de los clientes, y por ende más reservas.
UN MEJOR DORMIR
De acuerdo con una encuesta de la Fundación Nacional del Sueño (USA), alrededor de dos tercios de la población estadounidense dicen que no duermen lo suficiente durante la semana, y la mayoría dice que necesitan como mínimo 7.5 horas para sentirse mejor. Las luces parpadeantes de los omnipresentes dispositivos electrónicos de la era actual están exacerbando este problema.
Los hoteles de las grandes y pequeñas ciudades por igual, han despertado a la tendencia de ofrecer un mejor dormir a sus huéspedes, por lo que están atenuando las luces dentro de las habitaciones, eliminando relojes digitales, contratando conserjes para dormir, ofreciendo cursos de meditación, menús de almohadas, masajes de relajación e infusiones.
En los próximos años, podemos esperar ver una tendencia creciente dentro del diseño hotelero, y en las ofertas de las distintas marcas de la industria de la hospitalidad, hacia la promoción de "experiencias del sueño" en hoteles. En cierta medida, esto ya está sucediendo, pero por lo general se limita sólo a la especificación de los tipos de colchón y al tipo de sábanas y almohadas, así como a los menús de los restaurantes enfocados en un mejor dormir.
DESCANSO CELESTIAL
Si bien la tecnología de punta en los hoteles es de alta importancia, también lo es su elemento más primordial: la cama y el hecho de que sea un elemento tradicional, no quiere decir que las tecnologías no se apliquen aquí, para mejorar el descanso de los huéspedes, que es lo más importante en un hotel.
A finales de los años 90´s, muchos hoteles actualizaron la oferta de camas durante la llamada "Guerra de las Camas" cuando los hoteles Westin de Starwood (hoy fusionado con Marriott), desplegaron sus camas celestiales (Heavenly Beds). Pero ahora los hoteles se están centrando en factores tales como la iluminación y la calidad del aire, sin olvidar la evolución de las camas y colchones para crear un mejor ambiente de sueño.
Un ejemplo de lujo es la Warner Penthouse del Hotel Four Seasons en New York, que posee la cama Hästens, valuada en 140 mil dólares, al estar dotada con sábanas de seda tailandesa y tener estampado en terciopelo veneciano, con una elaboración que llevó 300 horas. Otro caso es la cadena Soho House, con presencia en Europa y Norteamérica, que maneja la marca de colchones de lujo Hypnos, con tejidos laterales a mano y hecho de manera artesanal con materiales sostenibles lana británica y pelo de caballo, damasco belga.
Por otro lado, si hablamos de innovaciones, One by Five, en París, ofrece en su suite Deluxe Suspended Cocoon, una cama flotante. Otro caso es la Grand Deluxe Suite en The Península Chicago, que ofrece una cama desde donde se controla la luz, el sistema de entretenimiento y la temperatura de la habitación.
CAMAS ON DEMAND
En sistemas de descanso on demand, el Radisson Martinique Broadway, ofrece un menú de camas para que los huéspedes seleccionen colchones de acuerdo a sus necesidades, que pueden ser firmes, suaves o regulados. Por su parte Hoteles Sheraton, maneja el programa Sweet Sleeper Bed, con camas que tienen sistemas de aire ajustables con un control regulable, para controlar la firmeza del colchón.
Por otro lado en los hoteles de lujo podemos ver además, el menú de almohadas, como en el Hotel The Benjamin, en Nueva York, que ofrece un Sleep Program con almohadas infantiles y para adulto, siendo las más famosas las de agua, anti-ronquidos, o la 'Lullaby" con altavoces que emiten sonidos relajantes. Otro ejemplo son hoteles NH Collection que cuentan con tres tipos de almohadas para que el cliente elija sus preferidas: dos blandas, dos medias y dos duras; igualmente ofrecen otros tipos de almohadas bajo petición, como las cervicales, viscolásticas, de plumas e hipoalergénicas. Además de almohadas, existen otras tecnologías como lo demuestra el hotel Hyatt Place Nashville Downtown, que maneja máquinas de sonido para el descanso, que crean un ambiente con sonidos regulables como vientos de pradera, oleaje del océano y cascadas, entre otros.
No hay duda que para proporcionar una verdadera "experiencia de sueño" los hoteles todavía tienen un largo camino por recorrer. Los diseñadores de hoteles deberán continuar trabajando junto a las marcas y los operadores, para satisfacer la permanente demanda de los huéspedes hoteleros de un entorno de sueño ideal.